Das vueltas en la cama, y son las dos de la mañana. Te tienes que levantar a las siete para ir a trabajar, pero no dejas de pensar en lo que tienes que hacer, en la discusión que tuviste con tu pareja, en que no llegas a fin de mes…
¡Así no se puede seguir! El exceso de actividad mental es un problema en la sociedad de hoy en día, por eso quiero darte algunos trucos para apagar el cerebro cuando tienes insomnio.
Date un tiempo para relajarte física y mentalmente
Estamos tan ocupados hoy en día que no tenemos el tiempo suficiente para hacer todo lo que tenemos que hacer; por lo que mucha gente se queda trabajando o estudiando hasta el momento de irse a la cama. El problema es que el sueño no funciona mediante un botón de encendido/apagado, necesitamos de un tiempo para relajarnos, no solo física, sino también mentalmente. Lo ideal es tener una hora calma antes de ir a la cama, lo que permitirá a nuestro cerebro ir disminuyendo el flujo de pensamientos. En ese tiempo debes mantener las luces bajas y no mirar directamente a una pantalla; opta por meditar, leer un libro o hacer ejercicios de estiramiento.
No te preocupes en la cama
Si cuando llegamos a la cama estamos preocupándonos por un montón de cosas, enviamos a nuestro cuerpo la señal de que la cama es una zona de actividad. Deja la cama si tu mente está activa y no eres capaz de dormir: no esperes más de 20 minutos para hacer esto. En este momento, ve a otra habitación con luz tenue y haz algo tranquilo hasta que entre el sueño.
El simple hecho de salir de la cama puede ayudarte a disminuir los pensamientos acelerados, y no mirar el reloj continuamente también te ayudará.
Céntrate en imágenes mentales
Si tenemos una mente hiperactiva cuando nos metemos en la cama, es difícil concentrarse en otra cosa: cuando más intentamos no pensar, más pensamos. Por eso, una buena idea puede ser imaginarnos algo que lleve poco esfuerzo: desde contar ovejas, números, recorrer los estados de tu país mentalmente en el mapa. La repetición puede ayudarnos a dormir, aunque no lo creas.
Separa las preocupaciones productivas de las improductivas
La preocupación es una forma excelente de conseguir que determinadas tareas se desarrollen. Esta preocupación es productiva, y cuando nos sentimos ansiosos por algo solemos buscar la forma de resolverlo finalmente.
El problema surge cuando nos preocupamos por cosas sin sentido, que no se pueden resolver: acostarnos a pensar en todas las cosas malas del día no nos llevará a ningún lugar, solo al insomnio. Por esta razón, hacer listas de tareas a cumplir puede ser algo muy útil para alivianar este punto. Esa lista debemos hacerla poco antes de que empiece el período de calma, y no solo debemos poner las preocupaciones, sino también las posibles soluciones. Mantén el papel en la mesa de noche, y si tienes la mente hiperactiva, lee lo que has escrito para sentirte un poco más liviano.
Estas son algunas buenas ideas para tratar el insomnio; sin embargo, si el problema persiste puede ser necesario acudir a un especialista. Recuerda que el sueño es muy importante para una correcta salud.
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