Hoy en día la mayoría de productos que utilizamos para el aseo diario no solamente son totalmente sintéticos sino que contienen sustancias que pueden ser dañinas para la salud, ya que muchas de ellas traspasan nuestra piel a través de los poros y llegan a nuestro torrente sanguíneo.
Esto sucede por ejemplo con los champús. Los fabricantes buscan productos que huelan bien y que hagan mucha espuma, y no nos damos cuenta de que estamos utilizando productos muy agresivos que a la larga pueden ser muy perjudiciales para la salud. Estos contienen, por ejemplo, el famoso lauril sulfato de sodio, un agente surfactante (tensoactivos) que se usaba como detergente de tipo industrial o desengrasante.  Aplicado a nuestro cuero cabelludo, éste elimina nuestra capa de grasa natural e irrita y reseca la piel, además de ser tóxico.
Una alternativa natural y saludable son los champús ecológicos, elaborados con ingredientes naturales y vegetales, aromatizados con aceites esenciales, pero que desgraciadamente son bastante más caros que los convencionales.
Ante este panorama, una solución es recuperar fórmulas tradicionales que sean naturales y no nos cuesten demasiado, como por ejemplo, la de lavarnos el cabello con bicarbonato y vinagre de manzana.

¿Qué necesitamos?

¿Cómo se prepara?

Mezclamos una cucharada de bicarbonato con un vaso de agua tibia hasta que se disuelva y con la mezcla llenamos el primer botellín. Esta primera mezcla hace la función de champú, por lo que podremos aumentar o reducir la cantidad de bicarbonato según si tenemos el cabello más graso o más seco. Cuando más graso sea, más bicarbonato añadiremos.
Mezclamos un cuarto de vaso de vinagre de manzana con un vaso de agua y llenamos el segundo botellín. Esta segunda mezcla hace la función de acondicionador, y del mismo modo buscaremos la cantidad de vinagre adecuada para nuestro cabello. Cuanto más seco sea, más vinagre añadiremos.

¿Cómo lo aplicamos?


  1. Con el cabello húmedo aplicamos la mezcla de bicarbonato por las distintas zonas de la cabeza y masajeamos con suavidad.
  2. Aclaramos bien con agua. Notaremos que el cabello está áspero, pero el vinagre equilibrará de nuevo su pH.
  3. Aplicamos ahora la mezcla de vinagre, repartimos bien y aclaramos de nuevo.

Aclaraciones

Podemos añadir aceites esenciales para aromatizar o potenciar ciertas propiedades. Por ejemplo, el aceite de árbol de té nos ayudará si tenemos caspa, el de romero nos ayudará a evitar la caída, y el de lavanda relajará el cuero cabelludo y dejará muy buen olor. De todos modos, el olor a vinagre desaparece cuando el cabello ya está seco.
Essential oil with rosemary
El aceite esencial de romero es una buena opción para añadir a nuestro champú natural
Si tenemos el cabello muy seco podemos aplicar un poco de aceite de jojoba o sésamo después del lavado, y de vez en cuando podemos aplicar alguna mascarilla hidratante.
Cuando dejamos de usar productos químicos en el cabello se necesita un periodo de adaptación para que éste vuelva a generar su capa protectora natural, por lo que durante unos días o semanas podemos notar más grasa, caspa, entre otras cosas. Si tenemos paciencia, a la larga nuestro cabello lo agradecerá.

1 comentarios:

  1. Estamos viendo que no colocas la fuente de donde sacaste las informaciones y sabes que eso es ilegal por derecho de autor. por favor corrige esta anomalía. Por ética. YA que copias y encriptas la noticia por lo menos pon la fuente. gracias.

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