El metabolismo hídrico de la capital es insostenible y si no hacemos nada dentro de unos diez años Bogotá no tendrá como abastecer de agua potable a más de diez millones de personas que habitan la capital y municipios aledaños como Soacha, Chía, la Calera, Cota, Funza, Mosquera, Madrid, Gachancipá, Tocancipá, La Mesa y Anapoima
Esta es la conclusión el la primera fase del estudio Efectos del cambio de cobertura vegetal y del cambio climático en el abastecimiento de agua para Bogotá – Región realizado por un grupo de profesores de la Universidad Central y la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Según la primera fase de la investigación, “en diez años puede haber situaciones críticas con el agua por una mayor población y por ende mayor demanda de agua para la producción de alimentos por lo que hay que pensar desde ya en sistemas alternativos que puedan suplir el déficit que se genera en una ciudad en crecimiento permanente”, dice el profesor Rodrigo Marín.
Hoy la capital demanda alrededor de 30m3/s de agua potable tratada en los sistemas de La Regadera (2%), el sistema Tibitoc (28%) y el sistema Chingaza (70%). Según el profesor Marín el río Bogota y el río Tunjuelo aportan de 10 a 11m3/s y el resto viene del río Guatiquía que nace en el Páramo de Chingaza el segundo páramo más grande del país después del Sumapaz.
Estos ecosistemas se ven afectados por la variabilidad climática como lo son por ejemplo el fenómeno del Niño y La Niña. Además, la cobertura de su superficie se modifica no solo por los cambios en el clima sino por la dinámica que le imprime la actividad humana con el uso del suelo.
Y es que para nadie es un mito que en Bogotá no existe una cultura sobre el cuidado del agua. Lavamos carros con agua potable sin saber que potabilizar un metro cúbico de agua dulce el año pasado costaba alrededor de 3,200 pesos y el consumo de agua doméstico es muy alto, se estima que un capitalino consume alrededor de 130 litros de agua al día.
Al respecto el profesor Marín cree que es una situación preocupante y habrá dificultades para la ciudad en este semestre y en el primer semestre del año entrante. “Nosotros como colombianos tenemos una idea de que nuestra agua es ilimitada entonces hay que enseñar programas efectivos que lleguen a la comunidad para que se lleven a cabo estos programas de ahorro”.
La segunda fase del estudio comenzará en el primer semestre del año entrante y contemplará la medición de las fuentes superficiales para conocer el efecto del cambio climático sobre la cubierta forestal de los ríos y su efecto en la reducción de sus caudales.
Las conclusiones de la primera etapa de este estudio y otros desafíos ambientales serán abordados en el VII Foro Nacional del Agua: la pobreza del agua, soluciones en momentos de crisis, el 25 y 26 de septiembre, y tiene como objetivo aportar propuestas de políticas públicas que contribuyan a mejorar la situación hídrica de la ciudad y del país.
Mientras tanto el profesor Marín recomienda ahorrar agua en la ducha, en el lavado de vehículos y revisar las fugas permanentes.“Si no entramos en esa onda en Bogotá habrá un fuerte racionamiento de agua”.
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